El Bundestag Alemán designa un Delegado Parlamentario para las Fuerzas Armadas, que tiene el cometido de auxiliarle en el ejercicio del control parlamentario de las Fuerzas Armadas Federales (Bundeswehr). El Delegado Parlamentario para las Fuerzas Armadas coadyuva al esclarecimiento de presuntas irregularidades en la Bundeswehr.
Actúa por instrucción del Bundestag o de la Comisión de Defensa. No obstante, también puede actuar a iniciativa propia cuando tiene conocimiento de indicios de violaciones de los derechos fundamentales de los soldados o de infracciones de los principios de la conducta militar.
Todo soldado, hombre o mujer, tiene la posibilidad de dirigirse directamente al Delegado Parlamentario para las Fuerzas Armadas. Por tanto, el Delegado Parlamentario para las Fuerzas Armadas es a la par el ombudsman (defensor) de las FF.AA.
El Delegado Parlamentario para las Fuerzas Armadas informa al
Bundestag como mínimo
una vez al año sobre los resultados de su actividad. El
actual Delegado Parlamentario para las Fuerzas Armadas es
Reinhold Robbe, designado el
12 de mayo de 2005.
El Delegado Parlamentario para las Fuerzas Armadas es elegido por los diputados del Bundestag en votación secreta por un período de cinco años. No es miembro del Bundestag ni funcionario, sino que ocupa una posición especial:
El Delegado Parlamentario para las Fuerzas Armadas desempeña su cargo "para la protección de los derechos fundamentales y en calidad de órgano auxiliar del Bundestag para el ejercicio del control parlamentario" sobre las Fuerzas Armadas. Así lo establece la Constitución alemana, la Ley Fundamental.
Sus funciones y competencias concretas están reguladas
por la Ley del Delegado Parlamentario para las Fuerzas Armadas
(WBeauftrG). En la misma se
especifican los dos casos en que actúa: por
instrucción del Bundestag o de la Comisión de Defensa y cuando
tiene conocimiento de circunstancias de las que se derive la
existencia de una violación de derechos fundamentales de los
soldados o una infracción de principios de la conducta
militar.
El Delegado Parlamentario para las Fuerzas Armadas está adscrito al Bundestag para auxiliarle en el ejercicio del control parlamentario de la Bundeswehr. Por consiguiente, está sujeto a sus instrucciones y tiene obligaciones claramente delimitadas frente al mismo.
En concreto, previa instrucción del Parlamento o de la Comisión de Defensa, el Delegado Parlamentario para las Fuerzas Armadas está obligado a comprobar incidencias críticas en la Bundeswehr y rendir informe sobre los resultados de sus comprobaciones.
Además, tiene el deber de presentar anualmente un informe
global por escrito sobre su actividad (memoria anual de actividad).
Entre sus obligaciones también figura la de comparecer en el
Bundestag a instancia del
Parlamento o de la Comisión de Defensa.
Desde la toma de posesión del primer Delegado Parlamentario para las Fuerzas Armadas -corría el año 1959-, el Bundestag nunca ha dado instrucciones al Delegado y la Comisión de Defensa lo ha hecho en tan solo 25 ocasiones. Por consiguiente, el Delegado Parlamentario para las Fuerzas Armadas actúa fundamentalmente por decisión propia.
El Delegado Parlamentario para las Fuerzas Armadas efectúa comprobaciones ante incidencias ocurridas en el seno de la Bundeswehr que despiertan la sospecha de que, por ejemplo, pueden constituir un atentado contra la dignidad humana o una restricción indebida de la libertad de opinión o menoscabar la protección jurídica de los soldados.
Las circunstancias específicas que dan lugar a las
comprobaciones pertinentes pueden llegar a conocimiento del
Delegado Parlamentario para las Fuerzas Armadas con ocasión
de visitas de inspección o a través de informaciones
de prensa, comunicaciones por parte de diputados del
Bundestag o instancias
presentadas por soldados.
Junto a la función de control, el Delegado Parlamentario para las Fuerzas Armadas desempeña otra importante tarea. Es el ombudsman (defensor) de las Fuerzas Armadas y, en cuanto tal, el interlocutor de todos los soldados, hombres y mujeres, desde el soldado raso hasta el general. Todo soldado tiene el derecho de dirigirse al Delegado Parlamentario para las Fuerzas Armadas individual y directamente y sin necesidad de respetar la vía jerárquica. En el ejercicio de su derecho puede someterle todo aquello que considere incorrecto o injusto. Por tanto, las peticiones pueden referirse a cualquier asunto relacionado con la actividad militar cotidiana, desde problemas de servicio hasta cuestiones sociales e incluso dificultades personales.
No se requiere que el soldado presente su petición
personalmente. También un compañero, una persona de
confianza o un familiar puede dirigirse al Delegado Parlamentario
para las Fuerzas Armadas en favor de los intereses del soldado, si
bien en estos casos antes de tomar cartas en el asunto se solicita
el consentimiento del soldado afectado.
En el ejercicio de sus funciones constitucionales, el Delegado Parlamentario para las Fuerzas Armadas está facultado para recabar informaciones y presentar iniciativas o propuestas. Tiene el derecho de controlar al Ministerio Federal de Defensa y a todos los servicios y personas subordinados al mismo.
Además, el Delegado Parlamentario para las Fuerzas
Armadas puede solicitar auxilio administrativo. Los tribunales y
autoridades administrativas de la Federación, de los Estados
Federados y de los municipios están obligados a asistirle a
efectos de la realización de las diligencias
pertinentes.
Para el desempeño de sus funciones el Delegado Parlamentario para las Fuerzas Armadas puede recurrir a diversos derechos y fuentes de información.
Tiene el derecho de solicitar al Ministro Federal de Defensa y a los órganos y servicios a él subordinados cualesquiera informaciones que considere pertinentes y a consultar los expedientes relevantes para su labor.
Puede oír personalmente tanto a los interesados que presentan una instancia como a testigos.
Puede visitar en cualquier momento y sin aviso previo las tropas, estados mayores, instalaciones y dependencias administrativas de la Bundeswehr.
Puede recabar informes sobre el ejercicio del poder
disciplinario en las Fuerzas Armadas y asistir como observador a
las vistas de los procesos penales y procedimientos
disciplinarios.
Comprobados una deficiencia o un comportamiento irregular, el Delegado Parlamentario para las Fuerzas Armadas puede instar a las autoridades competentes a que adopten las prevenciones necesarias para evitar que se repitan en el futuro.
Además, puede trasladar sus actuaciones a la autoridad competente a efectos de la incoación de un procedimiento penal o de un expediente disciplinario.
Las iniciativas o propuestas del Delegado Parlamentario para las Fuerzas Armadas no son instrucciones ni órdenes vinculantes, lo cual no significa que deba subestimarse su influencia. La práctica demuestra que la existencia de una instancia de petición independiente a la cual pueden acudir todos los soldados tiene de entrada una repercusión positiva en el ejercicio del mando.